Creció la exportación de productos industrializados de soja
En el arranque del año, pellets y harinas aumentaron 36% en el comparativo interanual; y las ventas de aceite saltaron 62%.
Durante el primer bimestre del año los envíos al exterior de productos industrializados del agro (pellets, aceite y harina de soja) crecieron entre 36% y 62% interanual -dependiendo de la categoría- y en paralelo se redujeron las exportaciones de granos sin moler, datos que llevan a concluir que se logró revertir la primarización de las exportaciones que reinó durante el 2020 y que llevó a la industria aceitera a trabajar por debajo del 50% de su capacidad.
Las estadísticas oficiales publicadas por Ámbito.com dan cuenta de este nuevo escenario que podría ser auspicioso no solo para la industria del complejo sojero sino también para el ingreso de divisas, ya que los precios de los productos con valor agregado superan ampliamente a los commodities sin procesar.
Así es que durante los dos primeros meses del año las exportaciones de subproductos sumaron poco más de 5,07 millones de toneladas, versus las 3,73 millones de toneladas del mismo período del año anterior, lo que representa un salto interanual del 36%.
En tanto, si el comparativo es en la categoría aceites el crecimiento alcanza el 62% porque entre enero y febrero de este año se enviaron al exterior poco más de 1,22 millones de toneladas, mientras que en el mismo período del año anterior habían sido apenas 0,75 millones de toneladas.
Claramente en este panorama los granos sin procesar perdieron terreno en los envíos argentinos al exterior porque durante el primer bimestre del año pasado se exportaron un total de 9,68 millones de toneladas, mientras que en el mismo lapso de este año el volumen fue de 6,7 millones de toneladas, lo que muestra una caída interanual del 30%.
En este marco, analizando el intercambio comercial de enero -último disponible hasta el momento-, los productos del complejo soja, descontados las importaciones de poroto, totalizaron durante del primer mes del año la cifra de u$s1.730 millones, un monto que duplica al de enero 2020 cuando alcanzaron los u$s854 millones de dólares.
Desde RIA Consultores explican que “lo más relevante fue la performance de la industria aceitera, ya que no solo se redujeron en un 97% las exportaciones de poroto, sino que la industria además incrementó la importación para su procesamiento y reexportación como subproductos. Tanto el aceite, como la harina y el biodiésel expresaron subas en torno al 100%”.
“Las exportaciones de este complejo oleaginoso fueron determinantes para que la Argentina volviera a tener un superávit comercial, luego del bache de diciembre. Efectivamente, la balanza dio un saldo positivo de u$s1.068 millones, en donde los productos primarios cayeron 30%, pero las MOA’s (Manufacturas de Origen Agropecuario) se incrementaron 50%”.
En tanto, productos con mala performance fueron el trigo, que cayó 49% interanual, la carne enfriada que cayó 29% y la carne congelada que cayó 10%”, detallan desde RIA Consultores.
En este marco, de cara a la nueva campaña sojera, con mejoras climáticas y una cosecha que se ubicaría en torno a las 44 millones de toneladas, las perspectivas para este año en cuanto al crecimiento del complejo sojero y su participación con envíos con mayor valor agregado son más que auspiciosas y en los próximos meses quedará en evidencia en el ingreso de divisas. (Noticias AgroPecuarias)
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