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Cómo manejar la nutrición de cerdas en la lactancia

Una nutrición de baja calidad en la fase de lactancia puede hacer que las hembras pierdan un peso excesivo debido a la alta producción de leche requerida.





Muchos factores afectan la eficiencia productiva de las cerdas y la rentabilidad de la granja. Un programa nutricional inadecuado puede ser una de las principales causas de la baja productividad, por lo que es sumamente necesario optimizar su alimentación de manera adecuada durante la lactancia para minimizar los problemas de rendimiento reproductivo a corto y largo plazo.


Las cerdas lactantes necesitan energía y nutrientes para mantener los tejidos corporales y apoyar la producción de leche, asegura el médico veterinario David Fernandez Gavioli, técnico en la producción de cerdos de Cargil Nutrición animal.

Los costos son muy influenciados por la nutrición, que representa 70-80% de los gastos de una producción de cerdos.


Ese es el punto clave de la nutrición sobre toda la cadena de producción, por eso necesitamos pensar siempre cómo optimizar esta nutrición para que sea lo más eficiente posible.


Cuando más lechones hay, se requiere una producción aún mayor de leche, por lo que es importante garantizar todos los aportes nutricionales para que las cerdas lactantes tengan una buena producción, en cantidad y en calidad (cantidad de nutrientes y los calostros).


Por ello la nutrición juega un papel fundamental para tener una hembra con buena producción de leche y lechones de buen peso.


Plan nutricional de Provimi para cerdas lactantes

“Tenemos un programa para las hembras en todas sus etapas. Cuando hablamos de lactancia, específicamente, estamos hablando de un aporte nutricional de aminoácidos, vitaminas, minerales y aditivos para que no tengamos un alto desgaste de la hembra durante este período”, explica Fernández Gavioli.


Al respecto explicó que: “Sabemos que pasamos por un periodo de alta temperatura que puede perjudicar a las hembras en lactancia, entonces agregamos aditivos y antioxidantes para poder obtener un mejor desempeño de esas hembras”.


Además comentó que la compañía tiene un manual de manejo que se le entrega a los productores, que contiene informaciones importantes para ayudar con el manejo de la granja.


A pesar de saber que cada granja es una realidad y tiene su manera de trabajar, siempre hay puntos para mejorar. La lactancia es la fase más exigente del ciclo reproductivo, y se requiere una gran cantidad de energía para la producción de leche.


Las necesidades energéticas diarias para la lactancia incluyen las requeridas para el mantenimiento y la producción de leche.

Muchas veces estas necesidades pueden superar la capacidad fisiológica de ingesta alimentaria que tiene la hembra, por eso una nutrición equilibrada es fundamental para lograr mejores resultados en esta etapa.


Son varios los factores que influyen en la determinación de los niveles nutricionales adecuados para las hembras lactantes, entre los que se destacan están la genética, el manejo, el ambiente y el número de lechones que van a ser amamantados.

Una nutrición de baja calidad en la fase de lactancia influye en que las hembras pierdan un peso excesivo debido a la alta producción de leche requerida en esta etapa.


Esa pérdida de peso puede implicar problemas reproductivos como una disminución drástica en la producción de leche durante la lactancia y, posteriormente, una mayor dificultad para reiniciar un nuevo ciclo reproductivo.


Los problemas a largo plazo incluyen una alta tasa de sacrificio de la granja de cerdas que resulta en una baja paridad promedio, una reducción de los lechones destetados por vida reproductiva y un mayor costo genético por cerdo producido (Noticias AgroPecuarias).

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