El lado B de la Hidrovía: secuestraron en Paraguay 947 kilos de cocaína por 60 millones de dólares
La droga estaba embalada y preparada para ser enviada a la zona portuaria para desde allí ser enviada en un buque por la hidrovía Paraguay-Paraná. El supuesto responsable de la operación narco, que fue detenido tras el decomiso de la droga, es el hijo de un exdiputado de Paraguay. Especialistas consideran que la Argentina no toma dimensión de la gravedad de este tipo de comercio ilegal.
En un operativo realizado por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay, fueron secuestrados 947 kilos de cocaína que estaban preparados para ser transportados por la hidrovía Paraná-Paraguay hacia Europa. Se embarcarían en el puerto de Asunción, en Paraguay y luego navegarían en un barco por el río Paraná hasta llegar al Atlántico.
Fue detenido como responsable del cargamento de cocaína Fernando Enrique Balbuena Acuña, hijo del exdiputado paraguayo Elvis Balbuena, quien impulsó hace unos años en ese país un proyecto de legalización de la marihuana. Uno de los argumentos de Balbuena causó revuelo hace un tiempo cuando dijo que Pitágoras había creado el teorema que lleva su nombre bajo los efectos del cannabis.
El operativo, llamado Navis, según explicaron a La Nación fuentes de la Senad, se concentró en varias localidades del centro del país, pero el cargamento de cocaína fue secuestrado en un emprendimiento agropecuario cercano al pueblo de Eusebio Ayala, a unos 70 kilómetros de Asunción.
Los 947 kilos de cocaína estaba embalados y preparados para ser enviados a la zona portuaria para desde allí ser enviados en un buque por la hidrovía.
El valor de la cocaína secuestrada está estimada, según la Senad, en unos 60 millones de dólares. En los operativos también fue detenido un ciudadano ucraniano.
Supuesto responsable del cargamento de cocaína, hijo del exdiputado paraguayo Elvis Balbuena, detenido por las autoridades paraguayas.
Paraguay, nodo logístico de tráfico de cocaína
El secuestro de esta cantidad de cocaína confirma lo que durante la pandemia empezó a asomar: que Paraguay se transformó en un nodo logístico de tráfico de cocaína a través de los 3400 kilómetros de la hidrovía Paraná-Paraguay, que tiene salida al océano Atlántico.
En febrero del año pasado se secuestraron tres cargamentos con un total de 27 toneladas de cocaína en Amberes, Bélgica, y Hamburgo, Alemania. Una de los embarques con 16.174 kilos de estupefacientes, hizo trasbordo en el puerto de Buenos Aires.
El hallazgo se produjo luego de que las fuerzas de seguridad europeas lograron vulnerar más de 170.000 mensajes de teléfonos que usaban el sistema encriptado Sky ECC. La droga nunca fue detectada en el puerto de origen, en Paraguay.
Ese cargamento de cocaína, camuflado en latas de pintura, fue secuestrada en una de las incautaciones más grandes de la historia en Europa. Navegó por 1400 kilómetros sin ser sometido a una sola inspección por parte de las fuerzas de seguridad, ni las paraguayas ni las argentinas.
La Argentina no toma dimensión de la gravedad del tráfico ilegal
Los especialistas advierten que en la Argentina no se tomó dimensión del nuevo modelo de logística narco que comenzó a ponerse en funcionamiento durante la pandemia con una plataforma sólida en Paraguay, donde tienen base las organizaciones criminales más poderosas de América latina, originarias de Brasil, como el Primer Comando Capital y el Comando Vermelho.
Paraguay fue históricamente un país productor de marihuana –el más grande de Sudamérica, con más de 6500 hectáreas destinadas al cannabis–, pero con la inserción del crimen organizado internacional, el país se transformó en uno de los nodos de salida de drogas al exterior, a través de los ríos Paraguay y Paraná, como señala el especialista Carlos Peris, que participó en un estudio en la región sobre crimen organizado que llevó adelante la ONG internacional Inshight Crime.
En la primera semana de agosto pasado se secuestraron en Paraguay 934 kilos de cocaína en cuatro operativos, donde también se incautaron precursores químicos, lo que reafirma la hipótesis de que ese país se transformó en una plataforma logística de narcotráfico de ese tipo de droga, a la par de la marihuana.
Desde septiembre pasado, el Estado argentino pasó a administrar la hidrovía tras 25 años de una concesión que estuvo en manos de privados. En los intensos debates que surgieron sobre retomar la “soberanía” del río Paraná tuvo poco espacio el control de una ruta clave, que más allá de ser vital para la agroexportación, tiene un lado B clandestino.
Peris afirmó que la pandemia cambió el flujo del tráfico oscuro que navega por la hidrovía. En diálogo con La Nación, el investigador señaló que Paraguay se transformó en un nodo logístico para la salida de la cocaína al exterior y que empezaron a verse en ese país indicios de que hoy se produce clorhidrato de cocaína en el Chaco paraguayo, en las zonas cercanas a Bolivia. (Extraído del informe de Germán de los Santos para La Nación).
Comments