top of page

Empaste bovino: claves para hacer la diferencia

Vigilancia constante, prácticas preventivas y un buen manejo de la alimentación y del rodeo son fundamentales para controlarlo. Recomendaciones del Médico Veterinario de Cooperativa La Ganadera General Ramírez, Dr. Néstor Podversich, para evitar mermas en la producción.



La salida del invierno y entrada en la primavera trae un rebrote rápido de las pasturas con contenido de fibra muy bajo, condición que predispone el empaste. Esta situación, genera trastornos digestivos en los bovinos y representan pérdidas económicas tanto por una disminución en la producción como por la muerte del animal.


Para evitar mermas, brindó recomendaciones técnicas el Médico Veterinario de Cooperativa La Ganadera, Dr. Néstor Podversich. “El empaste o meteorismo espumoso de los rumiantes es una enfermedad que habitualmente afecta al ganado bovino y ovino. Es una alteración digestiva caracterizada por la acumulación de gases en el retículo y el rumen, que son los primeros dos compartimentos del sistema digestivo de los rumiantes. Es una problemática sobre la que ya tenemos muchas consultas y que se va a agudizar más aún ahora, con estas lluvias y el crecimiento de las pasturas. Veníamos de un periodo seco y ya aparecieron problemas. Por eso creo que de ahora en adelante será un ‘boom’ este tema. El empaste es un problemón y si el productor no se prepara o toma los recaudos necesarios, puede tener muchas pérdidas de animales”, alertó Podversich.

Resaltó que “El proceso marca que al empastarse lo que sucede es que hay un gas que hace espuma en el interior y entonces el animal se asfixia, se comprimen las vías respiratorias, diafragma y pulmones y el animal termina ahogado. Hay que actuar rápido para salvarlo, porque en poco tiempo el animal muere lamentablemente. Y tenés que tener gente entrenada, que sepa lo que hace para salvar a la vaca”.


Las leguminosas

Las leguminosas de mayor riesgo son la alfalfa, el trébol blanco, trébol rojo y trébol subterráneo. Estos vegetales cuando se encuentran en crecimiento presentan una rápida digestibilidad por los microorganismos del rumen y sus hojas contienen gran cantidad de sustancias productoras de espuma. “Sin dudas el mayor peligro pasa por las leguminosas, que aparecen en tréboles o alfalfa, muy típicas de esta zona, con muchos tambos pero también con mucha cría, con mucha invernada. A veces los números en cuanto al engorde de ganado a feedlot están un poco complicados, entonces hay que hacer una recría a campo para después hacer una terminación a corral, pero para los últimos tiempos previos a la faena, para los últimos kilos. Entonces se están utilizando mucho las pasturas y aparecen estos problemas. Se provocan los empastes, problema de falta de erutación de los animales”, comentó Podversich.

Explicó que “En lo práctico y para que se entienda, tenemos un bovino que come pasto, que fermenta en su rumen. A veces, por ejemplo, ingresan muy vacíos, y cuando están con hambre, si entran en una parcela muy buena y tierna, se genera una primera causa de empaste. El productor debe estar atento para evitar estos problemas”, comentó.


La importancia del control

El empaste genera pérdidas millonarias cada año para los productores de carne en materia de producción, costos de tratamiento y mortandad. De ahí la necesidad de contar con una estrategia de manejo animal que contribuya a la prevención de ésta y otras enfermedades.

“Para el control, hay varios pasos. Poner en práctica varios es lo ideal. Si se tiene una pastura peligrosa, es importante hacer parcelas chicas, aparcelar para que el animal coma el total de la planta. ¿Por qué? Porque la parte más alta es la parte más tierna y es la que más provoca fermentación. El animal termina ahogado porque no logra eructar. Si las parcelas son chicas el animal se ve obligado a comer la totalidad de la planta, y la parte inferior es más fibrosa y eso reduce las posibilidades de problemas. Lo ideal sería que el animal no llegue vacío, darle fibras previamente, para que no coman rápido por el hambre. Y sobre la parcela se pueden hacer cortes y pre oreados, y eso hace que deba comer en franjas, sin perder calidad nutricional, pero reduciendo notoriamente los riesgos y problemas”, dijo Podversich.

Siguiendo su enumeración, planteó la importancia de “Usar productos anti empastes, que es obviamente otra opción. En este caso los debo usar sobre la pastura. Marco la parcela, la fumigo con la dosis correspondiente, haciendo los cálculos que necesito de acuerdo a la cantidad de animales y su peso. Entonces el animal ingiere con el producto incluido. Algunos cortan y fumigan el chorro que dejó la máquina, entonces ya al menos reducen el problema. Otra técnica es el uso para las lecheras de los líquidos anti empaste en el agua, siempre con la dosis adecuada, consultando previamente. Se fracciona y también hay productos en polvo, que se utilizan por ración también. Hay muchos productos que reducen los riesgos”, destacó.


Lo que se viene

Mirando hacia adelante, Podversich planteó que “Las pasturas por las últimas lluvias van a venir fuertes, suculentas y muy empastadoras, entonces otro punto a tener en cuenta es que a esa pastura, en lugar de hacérsela consumir muy tierna, se la puede dejar un tiempo, dejarla madurar, porque eso reduce el efecto empastante”.

“Algunos hablan de usar una alfalfa más dura, más pasada. Obviamente que se reduce la calidad, pero reduzco también el riesgo y el problema. Se pueden usar muchos productos que hay en el mercado. Alternativas sobran, pero siempre hablamos de reducir riesgos, no garantiza esto que el empaste no se produzca. Por eso la recomendación es clara, que el productor visite a los profesionales antes de “echar” los animales a una nueva parcela, lo vamos a asesorar, si el animal se empasta, además del riesgo para su vida, va a pasar que coma menos y por lo tanto produzca menos. Es una cadena de efectos que tenemos. El empaste es un problema grave y si no se lo atiende a tiempo, puede ser catastrófico”, agregó.

Commenti


bottom of page