Hacia una ganadería en los corrales y más ordenada
Los feedlot serán evaluados en sus condiciones de bienestar animal. Buscan alcanzar una mayor profundidad en los sistemas de cría.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), presentó junto al Inta y el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, un manual y protocolo de evaluación de bienestar animal en bovinos de engorde a corral.
Se trata de Bienest.ar; un documento avalado por la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), que pretende brindar respuesta y anticiparse a un tema que cada día cobra mayor precio y pasa por el bienestar animal, la cantidad y calidad de carne producida, sus condiciones éticas y otras consideraciones de mayor énfasis por los consumidores.
“Esperamos aumentar la capacidad de respuesta a las exigencias reglamentarias tanto nacionales como del exterior, con el objetivo de promover la seguridad de los trabajadores y a largo plazo agregarle valor a toda la cadena”, resumió Leandro Langman, uno de los técnicos del Inta; ideólogo del protocolo.
Al mismo tiempo, resaltó que el manual alienta la implementación de buenas prácticas, que podrían llegar a ser certificables otorgando una seria de beneficios superiores.
La herramienta que no es obligatoria, será impulsada por el Inta, Senasa y otras instituciones para una incorporación voluntaria. “Sabemos que tendrá muchos puntos a favor, ya que cuenta con una secuencia de pasos que involucran un diagnóstico, así como también 28 mediciones que responden a evaluar una buena alimentación de la hacienda, un buen alojamiento, las condiciones de salud y un esquema de comportamiento apropiado”.
Según Bienest.ar, con todos esos datos se puede arribar a una fotografía del feedlot y posteriormente determinar el grado de bienestar animal de cada establecimiento y a su vez, las potenciales falencias en el manejo del mismo.
“De ahí, partimos en un plan específico de mejoras que contempla una amplia capacitación del personal y oportunamente la empresa luego toma la determinación de realizar las modificaciones sugeridas en todos los aspectos observados y el diseño de sus instalaciones”, explicó Langman.
Si bien incorporar este protocolo no tiene costo, no se descarta que a futuro la herramienta se asocie a un sistema de certificación que podría estar generando la necesidad de una inversión o costo económico.
Cabe destacar que el desarrollo del protocolo llevó 3 años y en ese período se visitaron casi todas las firmas que prestan el sistema de engorde a corral en Argentina. Hasta el momento se ha hecho 25 evaluaciones en feedlot con la implementación del mismo y se logró identificar y generar información sobre los resultados a nivel regional y nacional.
“Por ahora, los problemas auditados están siendo corroborados con mayor determinación y serán difundidos en poco tiempo”, dijo Leandro Langman destacando el gran interés que existe por incorporar esta herramienta.
“Vemos empresarios motivados en establecer un plan de mejoras. Apoyados por la Cámara Argentina de Feedlot (CAF) y otras instituciones se está avanzando con fuerza para incorporar el protocolo de bienestar animal en toda la cadena pecuaria”.
Por su parte, el IPCVA consideró que se trata de procesos que llevan tiempo y exigencias reglamentarias futuras que van a requerir adaptaciones y capacitación constante.
“Lo importante es incorporar la temática, para estar preparados sobre lo que viene. Argentina está sumando un manual inédito en toda América Latina y que tiene como base el desarrollo de lo mejor que rige a nivel mundial (Suecia, España)”, reconocieron agregando que la ganadería está sumando mejoras en sus procesos, sin perder absolutamente nada.
Observados
En Argentina, las herramientas utilizadas actualmente para evaluar el estado de los animales se encuentran muy diversificadas. Se usan metodologías desarrolladas en otros países mediante el empleo de indicadores que no siempre son aplicables en los sistemas productivos locales. La idea de generar un protocolo de evaluación de bienestar animal adaptado a nuestros escenarios, busca representar un instrumento capaz de identificar las falencias y fortalezas que poseen los establecimientos.
Por ahora, el dato indica que cerca del 65 o 70 % de los animales de las principales categorías bovinas que van a faena provienen de sistemas de engorde a corral. Esto fue motivo para la realización de un protocolo enfocado a los sistemas de terminación intensivos.
“En principio, el objetivo de cubrir al segmento mayoritario de este eslabón de la cadena pecuaria, se ha iniciado y promete importantes resultados”.
Agroclave
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