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Identificaron diques ilegales para regar campos de arroz en La Paz

En una nueva inspección del Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Agua provincial (Corufa), se detectaron construcciones para riego de plantaciones de arroz sin autorización.



Los últimos endicamientos ilegales se constataron sobre una zona de humedales cerca de la desembocadura del río Guaiquiraró, sobre arroyo Curupí, al norte de La Paz. “Necesitamos que los productores declaren sus obras”, para evitar daños al ambiente y los vecinos, sostuvo a ERA Verde la coordinadora del ente de aplicación de la Ley de Aguas.


Luego de una primera inspección llevada adelante a fines del año pasado, una delegación del Corufa regresó al norte de La Paz para seguir con el reconocimiento a campo de una serie de obras que alteran el normar curso de las aguas. La última intervención se llevó adelante este 8 de enero, tras un pedido de la Asociación Civil de Pescadores Artesanales de La Paz quien denunció que distintos terraplenes sobre arroyos en territorio entrerriano afectaban la actividad pesquera y el ambiente. Los trabajadores del río apuntaron que las construcciones para la actividad arrocera, que tienen como fin desviar los caudales naturales para extraer agua, habían secado lagunas y arroyuelos por donde navegan hacia sus “canchas” de pesca, impactando además en los lugares para desove de los peces ya de por sí golpeados por la sequía y prolongada bajante del río Paraná.


Esta vez la comitiva gubernamental se dirigió a localidad de Paso Telégrafo y desde allí a campo traviesa se dirigieron hacia el Oeste, hacia arroyo Curupí, un pequeño brazo del río Guaiquiraró ubicado a unos 5 kilómetros del mencionado poblado que se encuentra casi en el límite con la provincia de Corrientes. La travesía se realizó por tierra justamente porque el acceso por agua se ve imposibilitado porque la baja cota del agua o directamente porque en algunos tramos el curso de agua se secó.

De acuerdo lo que trascendió, el primer el terraplén sobre arroyo Curupí se extiende unos 60 metros y su altura se estima en el orden de los 3 metros. El campo en ese sitio lo estaría explotando para la agricultura la firma Molino Arrocero Río Guayquiraro SA, que produce Arroz Tío Carlos. Justamente para extraer agua para el riego, se realizan estas construcciones alteran el terreno y que deben realizarse con el cuidado de caso.


En diálogo con ERA Verde, la coordinadora del Corufa, Daniela García, explicó que en la zona se han detectado dos tipos de obras. Una las que corresponden al traslado de las bombas extractoras, que debido a la bajante pronunciada debieron ser reubicadas con nuevas canalizaciones, y por otro lado en las que se observó “moviendo suelos en zonas secas pero que anteriormente eran lagunas, bañados, riachos, lo que llamamos humedales”. En el primero de los casos el Consejo apunta a que sean construcciones temporales hasta que los ríos recuperen su caudal o que el arroz no necesite riego, tras lo cual deberán ser desmanteladas. En el segundo caso, son murallas no permitidas y se apunta a su demolición.


“En la última inspección se corresponde con un caso de un terraplén realizado para que la bomba de extracción reciba agua. Estos cierres cambian obviamente el curso de agua, pero además impiden a los pescadores circular por los arroyos, que son sus sitios de pesca”, dijo la funcionaria a cargo.


“La idea es detectar las obras, contactar a los productores o los dueños de los campos que por ahí no saben qué es lo que los arrendatarios hacían. Primero para informarlos, y después pedirle de acuerdo al tipo de obra que sea a que la saquen o que darles el tiempo necesario para que la usen y luego la demuelan. Por ser la autoridad de aplicación de la Ley de Aguas, el Corufa necesita que los productores declaren sus obras. Algunas no se cobran y en otras una vez, pero los montos son bajísmos. Pero es para tener una análisis de las obras desde el punto de vista hídrico, que lo realiza la Dirección de Hidráulica; también se analiza el proyecto productivo para lo cual el agua se lleva y nada más. No es sancionatorio o para ir hacerles multa. Actuamos ante denuncias y muchas veces porque los productores nos piden autorización y vamos a ver si es posible autorizar o no”, detalló García.


La responsable de Corufa reconoció que “en La Paz hacía mucho tiempo que no había presencia del Corufa. Entonces los productores de arroz históricos obviamente han avanzado y muchas veces han daños al ecosistema de humedales o han causado daño a vecinos también”.


Antecedentes

La de este año es la segunda incursión de Corufa por la zona. La primera se realizó el 4 de diciembre pasado. En aquella inspección, se registró un endicamiento en un campo perteneciente a la firma Duval Flores SA sobre arroyo Las Mulas. Se trata de un pequeño canal que está ubicado a 20 kilómetros al norte de la ciudad de La Paz y que se comporta como un brazo del riacho Espinillo, que corre paralelo a río Paraná. Allí la firma arrocera construyó un embalse donde colocó bombas de agua.


En el otro caso que se verificó en esa recorrida fue sobre arroyo El Maíz, a 2 kilómetros hacia el Norte de Las Mulas, en un campo propiedad de Carlos Coego.


Sobre estas actuaciones, García detalló que se reunieron con los productores. “La ideas de Corufa es primero informar a los productores que no pueden hacer obras sin autorización. La mayoría de los productores han reaccionado ante la bajante extraordinaria corriendo las tomas de agua que tenían sobre arroyo Las Mulas o arroyos más chicos, y las han llevado al río Paraná. Al llevarlas al río han hecho tomas de aguas nuevas y canalizaciones nuevas. Eso es lo que se ve desde el agua. Estas obras tienen que declararse y tienen que ser momentáneas por la emergencia. Una vez que el río recupere su nivel o el arroz se deje de regar, las tienen que desarmar con todo, con los terraplenes y todo”, planteó.


“En otros de los casos, en donde vimos que estaban trabajando y moviendo suelos en zonas secas pero que anteriormente eran lagunas, bañados, riachos, lo que llamamos humedales, a ese productor que tiene arrendando su campo, nos reunimos y les explicamos que ya no se permite o que en realidad estamos tratando que los humedales se preserven, que a esas obras no la pueden hacer, que las tienen que sacar, y lo mismo sucede con las tomas de agua que tienen sobre el río Paraná”, sostuvo García.


Fuente: ERA Verde

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