Industriales avícolas admiten atrasos en sus inversiones
“La imprevisibilidad, que altera todo proyecto, la macroeconomía que posterga inversiones y la falta de líneas de crédito para inversiones, fundamentales para aumentar la productividad y el crecimiento” son las dificultades que enfrenta la producción avícola para su crecimiento. Así lo señaló Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, entidad que agrupa a los productores argentinos de carne de aves, en un reportaje concedido a Ámbito Financiero.
El directivo precisó que el consumo de pollo viene creciendo desde 2003: “hoy se siguen consumiendo 115 kilogramos de carnes por habitante, pero ahora son 48 de bovina, 48 de pollo, 17 de cerdo y otras”. Para Domenech los precios han sido determinantes para esta dosificación ya que “el pollo es la carne más económica en todos sus cortes y presentaciones”.
Tras especificar que los industriales tienen dificultades para conseguir personal, principalmente falta de experiencia determinó que el consumo de 2020 se situó en 48 kilos por habitante y que la información actual que indica una baja a 43 kilos surge de tomar solamente registros de faena de Senasa.
Razonó al informar que “el consumo de pollo viene creciendo como todos los años desde 2003, cuando era de 20 kilos por año, y aumentando la productividad y eficiencia que se traduce en menores costos y menor precio al consumidor. El aumento de la carne bovina marca una diferencia mayor y lleva al consumidor a diversificar la demanda. Hoy se siguen consumiendo 115 kilogramos de carnes por habitante, pero ahora son 48 de bovina, 48 de pollo, 17 de cerdo y otras. Los precios han sido determinantes para esta dosificación”.
Precisó que el sector está estable con un crecimiento por debajo de lo proyectado en los últimos cuatro años y un atraso muy importante en inversiones, principalmente en el campo. Y dijo que, en términos generales, “los índices de inflación nos alcanzan a todos los sectores, en nuestro caso se incorporan los aumentos de los commodities internacionales (maíz, soja) que han superado los índices de inflación”.
Admitió que el precio del pollo ha tenido “escalones producto de distintos aumentos de los que somos consumidores intensivos, así entre enero y agosto de 2020 el precio subió el 28% en el año subió el 36%. Entre enero y mayo subió el 22%. Como referencia entre septiembre y febrero la soja subió 47% y el maíz 49%. El pollo es la carne más económica en todos sus cortes y presentaciones, muy lejos de cualquier otra”.
El ejecutivo recordó que las importaciones avícolas no son significantes: “Nuestros precios internos son tan competitivos y el abastecimiento fluido que no motivan a la importación”. En cambio, de la exportación admitió que representa el 11% de la producción total, unas 250.000 toneladas y que el objetivo del sector es llegar al 15% en el 2025.
Al describir dificultades para el desarrollo de la actividad enumeró: “La imprevisibilidad, que altera todo proyecto, la macroeconomía que posterga inversiones y la falta de líneas de crédito para inversiones, fundamentales para aumentar la productividad y el crecimiento”.
Y al ponderar ventajas aseguró que son “las oportunidades tanto en el mercado interno cono en el internacional, el pollo es parte de una alimentación saludable, y así lo entiende la gente en Argentina y en el mundo”.
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