Las cuatro cadenas miran a Sinop y Domínguez dice que la base del desarrollo es el diálogo
Acsoja, Argentrigo, Maizar y Asagir remarcaron ante el ministro de Agricultura de la Nación que la agroindustria es el camino para alcanzar el crecimiento sostenido. Domínguez, por su parte, apeló una y otra vez al diálogo porque “escucharnos, compartir miradas, es la forma de construir juntos las mejores decisiones”.
La sede de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires fue escenario del encuentro de despedida de año de las cuatro cadenas: la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), y la Asociación Argentina de Girasol (Asagir). Estuvieron presentes, además de los titulares de esas entidades, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, y el ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, Juan José Bahillo, entre otros.
Sinop –una ciudad brasileña, ubicada en el estado de Mato Grosso– fue tomada como ejemplo por las cuatro cadenas para demostrar la importancia que tiene el sector agroindustrial como senda para alcanzar el desarrollo tan deseado. “Hace 40 años era un caserío casi inexistente, hoy es una de las ciudades latinoamericanas con mejor estándar de vida, habitada por 150 mil personas, prácticamente sin pobreza y con un crecimiento en su población a una tasa anual cercana al 10%”, dijo Luis Zubizarreta (foto), el presidente de Acsoja, al leer el discurso común de las cadenas. “Es la demostración empírica de como hizo Brasil para generar una revolución en vastas zonas del país haciendo crecer el bienestar de enormes masas rurales y urbanas de un modo exponencial”, agregó.
Zubizarreta, además, repasó que mientras que en 50 años “nuestra producción agrícola-ganadera aumentó seis veces, la de Brasil lo hizo 14 y sus exportaciones las multiplicaron por 70 aniquilando la famosa trampa de la escasez de dólares que aquí nos desvela”.
“Eso fue producto de una clara estrategia de desarrollo que fue mantenida por todos los gobiernos de diferentes colores. Un mercado interno bien abastecido a precios competitivos sin jamás cerrar las exportaciones, con una carga fiscal razonable y no discriminatoria. Esto mismo sucede en otros países vecinos como Uruguay, Paraguay o Bolivia. Mientras tanto, en estos 50 años la Argentina se embarcó en una política que priorizó el cortísimo plazo, lo que implicó un nefasto sesgo antiexportador cuyos pésimos resultados están a la vista”, subrayó.
El presidente de Acsoja, seguidamente, le dijo al ministro Domínguez que hoy “es el momento para que nuestro país cambie de estrategia para revertir esta difícil situación. La permanente crisis que venimos viviendo como sociedad tiene una salida. Dejar de mirar el corto plazo en donde el Estado se apodera de los márgenes de los pocos sectores competitivos –lo que nos viene llevando hace décadas por un lento declive– para pasar a potenciar esos sectores, pensando en agrandar la torta, aumentar nuestras exportaciones e iniciar el círculo virtuoso del desarrollo federal y la generación de empleo de calidad. Sin duda ello impactará positivamente en la recaudación aun con alícuotas menores”.
Retenciones y más reclamos
Zubizarreta admitió que las cadenas entienden que “el proceso de rebaja de retenciones debe ser gradual”, pero, remarcó, “debemos empezarlo ahora”. Y después enumeró una larga serie de reclamos: lograr un tipo de cambio de mercado, un plan logístico integral manteniendo el buen trabajo que se viene haciendo en el rubro ferroviario e incluyendo una pronta licitación internacional de la hidrovía, fomentar la adopción de tecnología para los cultivos con una justa retribución y control, profundizar la estrategia de agregado de valor en las exportaciones, volver a poner los biocombustibles en la agenda, no discriminar al sector en cuanto a líneas de crédito o controles de precios o cierres de exportaciones, trabajar en un sistema de seguros agrícolas y garantizar la sustentabilidad ambiental de los productos argentinos “teniendo en claro que la agroindustria no es el problema sino parte de la solución”.
Diálogo
El ministro Domínguez, por su parte, afirmó que “la plataforma del crecimiento y del desarrollo es el diálogo” porque, argumentó, “escucharnos, compartir miradas, es la forma de construir juntos las mejores decisiones”. Y enfatizó: “La riqueza está en la diversidad de pensamiento”.
“Los países que han crecido son aquellos que se han organizado y que a partir del diálogo han construido propósitos compartidos”, completó. ¿Lo habrán escuchado los funcionarios del Gobierno?
Domínguez, asimismo, ratificó su “compromiso con la biotecnología” y llamó a “aceptar que el cambio climático vino para quedarse”. “Las nuevas tecnologías nos permitirán mejorar rendimiento y también satisfacer la demanda de los distintos mercados”, agregó.
En otro tramo de su exposición, el ministro remarcó la meta de su cartera de “exportar 100 mil millones de dólares”. “Es un objetivo. Y estamos trabajando en esta dirección”, resaltó. En ese sentido, afirmó que “la producción, el valor agregado y las exportaciones son directamente proporcionales” e indicó que “el crecimiento de la producción se replique con mayor valor agregado y más exportación”.
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