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Matarifes y abastecedores aseguran absorber el encarecimiento de la hacienda

El problema está en la caída de poder adquisitivo del consumidor, que impide trasladar la suba al mostrador; y en la faltante de hacienda de feedlot que mantiene firme la demanda.





Los eslabones intermedios de la cadena de ganados y carnes afirmaron que absorben el incremento en el precio de la hacienda vacuna ante la imposibilidad de trasladarlos al consumidor ante la caída del poder adquisitivo de los salarios.


“La caída del 10% en la faena vacuna durante el primer bimestre, respecto del anterior, justifica que los precios en Liniers se sostengan y hasta hayan aumentando en febrero alrededor del 6%, pero sólo trasladándose al mostrador el 1%”, explicó Miguel Schiaritti en su comentario semanal sobre la realidad del negocio.


Esto, indicó, confirma lo dificultosa que se está haciendo la venta en carnicerías, por lo que matarifes y abastecedores “han compartido con el carnicero ese 6% que aumentó (la hacienda) y absorbió en los márgenes de utilidad”.


En el mediano plazo, Schiaritti consideró que los valores de la hacienda seguirán firmes por las complicaciones para cargar en campo que causan las recientes lluvias en las zonas productoras.


“Seguramente los ingresos van a ser menores y los precios se van a sostener”, estimó. Y, a largo plazo, consideró que “las faenas van a seguir siendo limitadas y los precios se van a sostener, por lo menos, durante 60 o 90 días más”.


Esta situación viene generando una creciente incomodidad entre matarifes y abastecedores, sector desde el que aseguran estar comercializando la carne “entre 10 y 15% por debajo de los costos”, indicó a Campolitoral Ariel Morales, coordinador federal de CAMyA (Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores) y representante en la región Litoral.


El dirigente sostuvo que es una “realidad compleja” la de los intermediarios a raíz de la dificultad que tienen los carniceros para aumentar el producto en el mostrador. Y aseguró que los abastecedores siguen vendiendo la carne (media res) prácticamente al mismo precio desde hace un año, por lo que “se está licuando la rentabilidad”.


Hoy, el producto -según calidad- se vende entre $360 y $390 el kilo. “Si hubiera consumo suficiente y el carnicero, que depende de Doña Rosa, tuviera margen para aumentar el precio, la carne debiera valer arriba de $400”, explicó Morales.


El dirigente de CAMyA consideró, además de la caída en el poder adquisitivo, que el problema ha sido la faltante de hacienda de feedlot en el comienzo del año, que presionó el valor en el mercado de las categorías de consumo. Incremento que obligadamente deben pagar y absorber los matarifes. “Lo que proponemos es trabajar para que se recomponga el poder adquisitivo y haya equilibrio en los precios”, declaró Morales (Noticias AgroPecuarias).

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