Negocian que la UE levante prohibición a exportaciones de cítricos
En agosto se supo que el Comité Fitosanitario de la Unión Europea (UE) prohibía la entrada de cualquier cargamento de cítricos proveniente de Argentina, luego de que nuestro país no pudiera controlar la Mancha Negra, enfermedad causada por un hongo que mancha la piel de los frutos, en su producción.
Esto fue un gran dolor de cabeza, ya que la participación argentina en el mercado europeo rondaba el 25% del total. La prohibición no afectó tanto a los grandes productores de limón, que ya estaban en el final de la temporada, sino a productores de naranjas y mandarinas de Entre Ríos y Corrientes. Se estima que ellos perdieron envíos por unos 30 millones de dólares.
Dado que el inició de la nueva campaña está más cerca que lejos, en marzo del 2021, el Senasa comenzó a realizar gestiones para levantar este ‘lock down’ y ganarse nuevamente la confianza de los mercados del viejo continente.
No es un dato menos aclarar que para la UE la Mancha Negra es una plaga cuarentenaria, es decir que está ausente en su territorio. Si bien esta enfermedad no afecta la inocuidad del fruto para el consumo humano, las intercepciones impuestas buscan evitar el riesgo de contagio y su propagación.
Diego Quiroga, director nacional de Protección Vegetal en el Senasa, redactó un documento que detalla las medidas correctivas que se implementarán a partir de la campaña de exportación de 2021, que están agrupadas en tres niveles: medidas en la etapa de campo, medidas en la etapa de empaque y medidas de fortalecimiento institucional-organizacional.
“Hemos trabajado intensamente junto con el sector exportador en estos meses transcurridos desde la suspensión a fin de lograr entender e identificar las causas del problema presentado en la última campaña. Si bien el programa de certificación de exportaciones ha sido efectivo en los últimos años, en sus medidas fitosanitarias y controles, entendemos que a raíz de los hechos acontecidos en la última campaña debemos rediseñar y reforzar ciertos puntos críticos”, expresó el director en el comunicado.
Respecto a las medidas en la etapa de campo, el Senasa advirtió que la principal debilidad del sistema está en la aplicación oportuna de los tratamientos para el control de esta enfermedad. “Para esto se trabajó en mejorar los registros de los tratamientos, a fin de facilitar los controles documentales; se reforzaron las capacitaciones al personal oficial que realiza las tareas de inspección y supervisión”, indica el documento.
Luego se anunció la introducción de un muestreo de frutos que analizará los residuos de estrobilurinas, es decir residuos del hongo. Los resultados darán cuenta de si las aplicaciones fitosanitarias fueron oportunas. La información será incorporada a un Sistema Informático de Trazabilidad Citrícola (SITC), donde quedará registrada la fecha de inicio y fin de esas aplicaciones.
El segundo punto supone el fortalecimiento de los controles en empaques. Para esto “se incorporará de forma permanente, un punto de control obligatorio en las plantas de empaque, previo al despacho de los envíos al punto de salida, inspeccionando al menos el 1% de cada partida”.
Senasa afirmó que han iniciado un proceso de rediseño y revisión del ente, de sus mecanismos de monitoreo y de auditoría, para asegurar más efectividad en los controles del proceso de certificación.
El documento agrega: “Senasa fortalecerá el componente de supervisión oficial del Programa, a través de la incorporación de diez técnicos con conocimiento y experiencia en la actividad a fin de conformar equipos de auditoría permanente sobre el funcionamiento del programa, y determinar las acciones correctivas como así también las sanciones en los casos que corresponda”.
Hacia el final del comunicado dirigido a las autoridades de la comunidad europea, el organismo solicitó la posibilidad de realizar una videoconferencia para presentar la propuesta en detalle, y dar las ampliaciones necesarias para levantar la suspensión lo antes posible.
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