Suba de precios de quesos por la inflación pone al sector en tensión con la población
La cadena láctea transitó su mejor año en materia de producción y exportaciones, desde el 2015. ¿Podrá sostenerse esa recuperación en 2021? A ese interrogante intenta responder un estudio elaborado por el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), en el que se advierten las tensiones que amenazan a este vital complejo agroalimentario.
En el 2020 la cadena láctea superó los 11.100 millones de litros de producción y exportó por un volumen equivalente a 2.234 millones de litros (20,2% del total). Son los volúmenes más elevados desde la crisis de finales de 2015.
Pero con el cambio de año, las señales de mercado comienzan a complicar. El precio de la leche cruda pasó de $ 17,3 a $ 22,7 entre enero 2020 y enero 2021 (+31,7%), un aumento insuficiente para compensar la inflación (ajustando un 4,7% en términos reales).
El estudio elaborado por Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre advierte que la ecuación de los tambos se complicó no sólo por el hecho que la leche cruda no logró acompañar la inflación, sino también porque algunos de sus costos más relevantes fueron a mucha más velocidad que esta última.
“En el primer semestre de 2020 un litro de leche compraba 2,1 kilos de maíz o 1,2 kilos de soja, relación que desmejoró sensiblemente en la segunda mitad del año pasado y comienzos del 2021”, indicaron.
En enero de este año un litro de leche cruda alcanzaba para 1,3 kilos de maíz o 0,8 kilos de soja, una caída abrupta de poder de compra en sólo seis meses. Otro dato preocupante: el poder de intercambio de la leche cruda del arranque de este año se ubicaba en un nivel similar al que se observó en la última gran crisis láctea (2015/16).
El declive del precio real de la leche cruda, el fuerte aumento en costos muy importantes, y sus consecuentes efectos adversos sobre la rentabilidad de la actividad no es una buena noticia para la producción futura.
Así lo señalan los investigadores del Ieral, que enfatizan que “el potencial productivo de un ciclo empieza a definirse varios meses antes, cuando se confeccionan reservas, se decide retención de animales y servicios de futuras hembras lactantes, entre otras acciones”. Si las señales de precios no son atractivas, el flujo de inversión se reduce inexorablemente.
El gran aumento de producción del 2020 (7,4% interanual) difícilmente podía ser absorbido por el mercado interno argentino, particularmente por uno afectado por tres años de crisis económica, sin resignar precios y márgenes.
A mediados de 2019 el valor de la integración láctea que estima el Ieral (lo que paga el consumidor interno, en promedio, por cada litro de leche cruda utilizado en la elaboración cuando adquiere una canasta de productos lácteos) llegó a casi $ 90 por litro de leche vendida (a precios de hoy). “Desde ese entonces el valor de la integración empezó a erosionarse, señal que al mercado le costaba muchísimo absorber tanta leche cruda (productos lácteos) a los precios y demás condiciones económicas vigentes”, indicó.
De acuerdo a la última estimación, la integración láctea alcanzó los $ 67,9 por litro elaborado en enero de 2021, cuando un año atrás se ubicaba en $ 80,8 (a precios de enero de 2021). Según este indicador, el valor de la canasta de lácteos apenas aumentó un 16,2% en términos nominales en los últimos doce meses, lo que representa un abaratamiento del 16% en pesos constantes (un ajuste muy fuerte en términos reales).
La vuelta al mercado externo
El desempeño exportador de 2020 fue clave para descomprimir el mercado interno, con una utilización total de leche cruda que de acuerdo a las estimaciones pasó de 1.702 millones a 2.234 millones de litros. Los volúmenes colocados de leches en polvo aumentaron en un 48% y los de quesos en un 14%. Este crecimiento permitió a Argentina recuperar market share en ambos mercados mundiales: logró igualar participaciones de 2015 (2,3% a nivel global) en el primer caso y tocó máximos niveles en los últimos 14 años (1%) en el segundo.
El frente externo arrancó con una revalorización del mercado en 2021. En el remate quincenal del Global Dairy Trade realizado a comienzos de marzo, la leche en polvo entera registró un salto en sus futuros más próximos de alrededor del 16%, superando los u$s 4.300 en las posiciones marzo y abril. Son los mejores precios observados desde 2014. De mantenerse este nuevo escenario, en los puertos argentinos debería superar los u$s 3.700 a mediados de año y los u$s 4.000 hacia fines.
“La revalorización internacional de las commodities lácteas aumenta la capacidad de pago por la leche cruda del sector exportador”, señalaron los economistas del Ieral. Y estimaron que, de convalidarse, la industria polvera podría ofrecer $ 26,9 por litro en marzo, $ 32,3 en junio, $ 36,2 en septiembre y $ 40,3 en diciembre.
Estos mayores precios de leche cruda que podrían convalidar los exportadores son “una referencia para el mercado, que seguramente empujará hacia arriba los precios actuales”. Pero con una fuerza a priori difícil de precisar. Ello dependerá, aclararon, de “la capacidad y velocidad del sector exportador para colocar volúmenes crecientes de producto”, pero también de otras dos variables relevantes: el consumo interno y la producción de leche cruda.
“Con respecto al consumo interno, se espera una recuperación económica en el 2021, pero ésta no resultará tan profunda y existen dudas respecto de la posibilidad cierta de lograr recomposición de poder de compra de los salarios”, advirtieron.
Si bien ven como inevitable un reacomodamiento en los precios de los lácteos en los próximos meses, consideran que “el cuándo y el cuánto dependerán de la escasez relativa de productos y de la mejora que se termine logrando en los ingresos generales de la población”.
En relación a la producción de leche cruda, si bien el año arrancó con buenos volúmenes, el deterioro en la rentabilidad de la actividad limó incentivos a canalizar mayores recursos, fenómeno que no elimina, pero sí reduce las chances de sostener este año el ritmo de crecimiento mostrado en el 2020.
Considerando los elementos anteriores, estimaron un sendero de precios de leche cruda base para una planificación. A saber: $ 25,5 por litro en marzo, $ 30,7 en junio 21, $ 34,3 en septiembre y $ 38,3 en diciembre.
“Este sendero supone que el contexto externo se mantiene favorable, que la economía argentina se recupera en 2021 (un crecimiento de entre 4% y 5%), y que el gobierno no aplica mayores intervenciones a los mercados”, aclararon.
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