Un “spray de bacterias” busca mejorar la fermentación del silo
Una investigación está probando una solución, de bajo costo, para estandirizar la calidad de los ensilados.
Cada año aumenta el número de productores argentinos que incorporan inoculantes a sus silos como una estrategia para inducir, controlar, estandarizar y mejorar la fermentación la fermentación láctica que ocurre espontánea en la microbiota del material.
Para cumplir con este objetivo, la mayoría de los inoculantes disponibles en el mercado provienen del exterior. También existen tecnologías nacionales que generan productos de menor vida útil o que son de ocho a diez veces más caras que el secado spray (cultivos líquidos o liofilización).
Jesica Blajman, especialista del Instituto de Investigación de la Cadena Láctea (Idical) –INTA/Conicet, explica que, “el secado por spray es una tecnología de menor costo y ampliamente instalada y disponible en la cuenca lechera santafesina, ya que es utilizada para la producción de leche en polvo”.
“Actualmente estamos ejecutando ensayos in vivo en microsilos, de aproximadamente 10 litros de capacidad, en donde comparamos la performance del bioinoculante nativo con uno comercial importado y con un grupo control sin adición de bacterias ácido lácticas”, expresó la experta sobre el cultivo de tres cepas en el que están trabajando e incluye bacterias que permiten reducir las pérdidas de energía, nutrientes y materia seca del material.
“Las primeras investigaciones en silos de alfalfa y silos de avena, consociada con vicia los ensayos “in vivo”, arrojaron resultados promisorios”, continuó Mónica Gaggiotti, especialista del INTA, y explicó que la inoculación aumentó el contenido de materia seca y ácido láctico, mientras que redujo el pH y la concentración de ácido acético, etanol y nitrógeno amoniacal.
En cuanto a las bacterias ácido lácticas totales, microorganismos benéficos, la suplementación incrementó su población. Además, disminuyó los recuentos de hongos y levaduras. De esta manera, los resultados sugieren que los efectos positivos en los silos tratados podrían ser consecuencia de la acción del inoculante nativo.
“Considerando que el ensilaje representa del 40 % al 60 % de la ración de vacas lecheras, un inoculante nacional, competitivo desde el punto de vista del costo y de la funcionalidad, podría ser bienvenido por el productor agropecuario, y optimizar las condiciones sanitarias y de producción de las explotaciones regionales”, consideró la investigadora.(Infocampo)
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